PREVENTIVA NO. 64

Editorial. 

Entre el alarde y la necesidad

Muchas veces se justifica a los operadores del transporte público, -afortunadamente los menos-, de su comportamiento imprudente al conducir con el pretexto de la tarifa y la falta de pasaje, que propicia que haya esas carreras por los usuarios. 

A nivel internacional, la postpandemia ha generado una falta de choferes, propiciando que muchos de ellos se sientan imprescindibles y piensen que puedan hacer lo que quieran. 

No se puede perder de vista que la pandemia acentuó la crisis económica, y que el número de usuarios no ha regresado a los niveles de diciembre de 2019, pero ello no justifica que distorsionen la búsqueda de sus ingresos y la cuenta, a alardear, jugar y exponer la vida de los pasajeros… 

No es un tema menor, y en caso de un accidente, no es solo algo estadístico, ya que cualquier percance afecta a personas: la madre que es responsable de que funcione bien la casa, sino es que también contribuye con el ingreso familiar, niños o ancianos, padres de familia proveedores del hogar, TODOS son importantes. 

Para muchos, hasta una semana de no laborar representa una tragedia. La Revista Preventiva siempre busca resaltar lo positivo del transportista, pero tampoco puede perder su objetividad. 

Al parecer los choferes de ruta 66 deben tener secuelas de COVID 19 que afectan su memoria, ya que desde hace unas semanas esta ruta que sale de Miguel Ángel de Quevedo a Anzaldo y viceversa, (en el sur de la capital mexicana), se les olvidó que recientemente han desaparecido tres rutas por operación irresponsable, por no ofrecer las condiciones de seguridad. 

¿Qué pasa por la mente que llena su camioneta con 25 pasajeros a bordo –19 sentados y 6 parados-- y arriesgan a sus pasajeros, ya que este tipo de unidad no esta adaptada para ese peso?, o aquellos que cambian del primer carril al cuarto, acelerando, zigzagueando, presumiendo de ser capaces de driblar los automóviles, exponiendo la vida de sus usuarios. 

Mencionaré un caso concreto, al chofer de la camioneta 0660215, domingo 2 de octubre 17 horas, el propio pasaje le pidió que redujera la velocidad y eso le molestó. 

Desgraciadamente no es el único en la ruta que maneja así. Señores, ¡llevan personas! No serían los primeros en darse a la fuga, cambiar de ruta y dejar endeudado al dueño de la unidad, pero estos operadores deben ser denunciados, señalados y sancionados, en beneficio del usuario y de la propia ruta 

 ¡Gracias! Rosaura Cervantes Conde