¿Cómo estamos tomando decisiones cuando estamos pensando en la movilidad de una ciudad?


El “Tráfico inducido en la Ciudad de México”, participación de  @Pepe_Iracheta_C, Director General del INSUS, durante el 2do Foro para la retroalimentación de la #ENAMOV en Mérida, encabezado por @SEDATU_mx y @SCT_mx

La Ley de la Congestión Vial, dice que la congestión vial en horas pico aumenta hasta alcanzar la capacidad máxima, es igual que el agua, se abren las calles y los coches van a inundar estas calles, van a fluir hasta que se vuelvan a llenar, es un fenómeno urbano que vemos a lo largo y ancho de las ciudades de nuestro país y que se conoce como la paradoja Downs-Thompson.

La solución que a veces nos imaginamos de construir más estructura vial en el largo plazo genera problemas de ineficiencia que terminan reduciendo la propia capacidad del sistema vial,

Tenemos “congestión vial”, para darle solución se invierte en infraestructura vial, esto incentiva a los automovilistas a usar su coche, con el tiempo toda la sociedad piensa igual, se incorporan más vehículos y se regresa al punto de origen. Lo que genera mayores afectaciones al ambiente en términos de emisiones contaminantes.

¿Cómo opera? Hay varios factores que se ven reflejados aquí, en el corto plazo, los más importantes son:

cambios en rutas,

cambios de horario,

•de modos de transporte,

viajes adicionales y

viajes más largos.

La gente tiene un presupuesto de tiempo, lo que le dedican para su traslado, y cuando este se reduce, las personas lo utilizan para ir más lejos o realizar otras actividades.

Se genera un mayor kilometraje y mayor tiempo en vehículo, impactando en el uso de suelo, desarrollo desarrollos urbanos habitacionales más lejanos y un cambio en el patrón de organización y especulación de uso de suelo periférico.

De acuerdo a un Estudio es una medición del tránsito inducido en la Ciudad de México de 2000 a 2016, cuando hay más vehículos circulando en la ciudad, se genera un nuevo incentivo a los tomadores de decisión para construir más vialidades y es un círculo vicioso.

Por cada mil vehículos adicionales se destinan más o menos $100 mdp adicionales en infraestructura vial, y al contrario, cuando destinamos $100 mdp adicionales infraestructura vial, estamos incrementando alrededor de 2,000 vehículos a la flota vehicular.

En la zona metropolitana del Valle de México se invirtió $8,700 mdp en infraestructura vial de todo tipo, y esto generó un tráfico adicional o un incremento en la flota vehicular de 165,000 a 185,000 vehículos, que representa el 20% de la flota vehicular.


Para desincentivarlo se han implementado:

Los cargos por congestión, que consiste en que se le impone un impuesto a los usuarios de vehículo para poder circular, y este impuesto es equivalente al costo que están generando por la utilización del espacio público y por el daño ambiental. Es uno de los mecanismos más utilizados.

El sistema de permisos negociables, es un instrumento que viene de lado ambiental de la calidad del aire no de la movilidad, pero básicamente lo que consiste en que el estado tiene un número máximo de permisos para manejar dentro de los cuales el sistema de movilidad es eficiente, ¡Ni más ni menos!. Se distribuye de diferentes formas, se pueden comprar, sortear o asignar, y después quién tiene mayores costos para cambiar de modo de transporte, al que le cuesta más dejar el coche para subirse una bici, al transporte público, comprará permisos adicionales, lo que genera un sistema de mercado que además genera financiamiento público.

Impuestos a la gasolina

Impuestos al kilometraje o

Restricción de circular ciertos días como es el Hoy no circula.

Vale la pena decirlo, es un programa que después de 40 años ha mostrado que ya llegó a su límite desde hace varias décadas, no es un programa eficaz ni para el control de la contaminación que es para lo que se diseñó, y peor aún para atender el problema de la congestión.

Mi opinión es que ese programa tendría que desfasarse en un periodo, poco a poco a lo mejor cinco años en lo que se incorpora un programa alternativo para la gestión, pero se tiene que ver junto la congestión con el cuidado del ambiente.


No únicamente como si fuera un tema ambiental. En esa lógica el día que tengamos puros coches eléctricos pues ya no tendríamos problema ambiental, sin embargo la congestión será exactamente igual o incluso peor.

Todo lo que he comentado está diseñado en torno al vehículo, son políticas para reducir la congestión desde el punto de vista del transporte privado, y ninguna política podrá ser exitosa si no está acompañada de políticas:

Reducir sustancialmente el uso del vehículo particular, para ello, primero contar con un sistema de transporte público masivo de calidad, si vamos a dejar el vehículo y la alternativa es un transporte malo, inseguro y sucio, no hay incentivos para que se ocurra.

Cobertura equitativa en todas las ciudades de México. La zona céntricas suelen estar bien comunicadas, hay transporte público de rutas, pero conforme uno se mueve a las periferias esto desaparece, afectando a la gente que vive en las periferias de menores ingresos y que tienen una mayor necesidad de transporte público de calidad; e

Impulsar las alternativas no motorizadas, en el entendido de que las alternativas no motorizadas son para conectar la última milla, digamos de la casa a la estación de transporte público, y de la estación de transporte público a mi trabajo, a mi escuela.

Necesitamos tener una buena interconexión de los sistemas de transporte acompañado de infraestructura peatonal.

Tenemos que mejorar los sistemas de monitoreo y verificación de emisiones los estándares actuales son bastante laxos, y eso se ve claramente en la contaminación de las ciudades, y finalmente avanzar de forma mucho más decidida en la electrificación del parque vehicular.