PREVENTIVA NO. 62

¿Hasta cuándo? 

En la Ciudad de México, el robo en transporte colectivo pasó de 2 mil 133 casos en los primeros siete meses de 2021 a 2 mil 335 en el mismo lapso de 2022, lo que representa un incremento de 9.4%, de acuerdo con el análisis de las cifras del SESNSP realizado por “El UNIVERSAL”, esta nota corresponde al 24 de agosto del presente año, en un año en el que muchos seguíamos trabajando de casa. 

Al parecer, la única forma en que las autoridades “encontrarán” la solución es que se bajen de sus vehículos y vivan la experiencia de escuchar de dos a tres veces por semana “¡Quietos prietos!”, aunque siempre será con un lenguaje mucho más agresivo y soez y con la presión de un arma cerca de la cara. Cuántas veces hemos escuchado al compañero de trabajo que lo o los han asaltado hasta tres veces en una misma semana y los ladrones se enojan porque ya no traen el celular último modelo, y principalmente son aquellos que transitan de Las Pirámides hacia Indios Verdes, la zona de Cuautitlán Izcalli; los choferes que pasan por San Simón solo esperan que sigan drogados y en el mejor de los casos hasta hambrientos, porque así no los asaltan; en La Magdalena Contreras y Tlalpan, los de ruta 76 son clientes en la zona limítrofe y aquí lo interesante es el diálogo con las autoridades, que se han turnado los días y los horarios para que elementos de la SSC escolten las unidades… 

En las carreteras al interior de la República Mexicana, por igual y esto es solo referirnos a los objetos que se pueden llevar de los pasajeros .

Leía recientemente la portada de Preventiva No. 36, correspondiente a noviembre de 1992 en el que se autorizaba el uso de radio y teléfono a taxistas para evitar asaltos, treinta años después, en pleno 2022, se tiene teléfonos, se tienen cámaras de vigilancia, GPS, y ya nada los detiene; y en el caso de robo a autopartes, los tatuajes en carrocería detienen un “poco” al delincuente; los bloqueadores de gasolina ya salieron de la mira, el transportista, tal parece que siempre será el que salga perdiendo, a veces pueden ser las pertenencias de sus pasajeros, en otras el ingreso de su jornada o hasta su unidad, pero en otras, llega a ser su vida. ¿Cómo y hasta cuando encontraremos como recuperar la seguridad en el transporte público?, lo apuesta de hace 30 años no resultó como se esperaba. 

 ¡Gracias! Rosaura Cervantes Conde