PREVENTIVA NO. 74

Editorial 


La esperanza

viaja en Taxi


En la presente edición he leído varios testimonios de lo que ocurrirá durante la cena de Navidad y Año Nuevo en la mayoría de las familias del gremio a la que difícilmente disfrutan y en estas fechas que deberían estar intercambiando sonrisas, jugando tal vez Turista, partiendo piñatas o bailando, dejan la cena a determinada hora y van tras el volante para llevar a algún pasajero. “Es un oficio muy noble, sales ahorita y en un rato, ya tienes para comer”

La esperanza viaja en taxi: cada vez que subimos a un auto, consciente e inconscientemente formulamos un deseo, el deseo de llegar a… El Taxi es nuestro “DeLorean” que nos hace llegar a tiempo a las citas. Es encontrar un ‘psicólogo’ que atento escucha nuestros problemas o la jornada del día, aquel desconocido que al final del viaje es prácticamente nuestro ‘compita’ (amigo muy cercano); es el ‘paño de lágrimas’ para las almas en pena y también el ´coach´ que te dice: ¡Todo saldrá bien!

Ser taxista es algo que ‘tatúa’ en el corazón y se porta con orgullo; es formar parte de una familia que está en las buenas y en las malas, tal como recientemente lo demostró “La mancha amarilla” en Colombia, que al enterarse que uno de los compañeros había sido asaltado en su casa, le consiguieron una pantalla para que su familia pudiera ver el mundial; o en el caso de JugueTaxi creado por Internacional Grupo Centro, que desde hace siete años lleva alegría a comunidades comprometidas como Cartolandia… Señor usuario -persona civil, político o autoridad-, la próxima vez que conozca a un taxista, recuerde que tiene frente a usted una persona que le dedica al menos 12 horas a estar detrás del volante con todo lo que implica y más estando en la CDMX (sorteando el tráfico intenso, las arbitrariedades de los agentes de tránsito, manifestaciones, baches, coladeras destapadas, etc.); personas trabajadoras que cubren escuela, útiles, renta, alimentación y dentro de lo que se puede diversión; pagan cuenta semanal, la gasolina sale de sus bolsillos así como el cambio de aceite, llantas, frenos, balatas, verificación de auto y taxímetro, renovación de tarjetón, que cumplen con la normativa que exige el gobierno, que no tienen seguro de gastos médicos mayores, retiro ni vacaciones, más sí mucho amor por su familia para sacarla adelante.


 Rosaura Cervantes Conde 

Directora General