Esta semana ha sido de muchos viajes en taxi, servicios programados, servicio tomado a pie de la calle y servicio de aeropuerto, esto me dio la oportunidad de platicar sobre UBER con algunos compañeros, algunos compartieron desde su propia experiencia y otros fueron sobre el amigo de un amigo. Todos los comentarios coincidieron. El primer punto llevar borrachos, así con esas palabras, sujetos que no fueron responsables y tuvieron que usar a los amigos como niñeras para solicitar un servicio para que al final de la historia los operadores resultaran “sospechosos” y todo porque el individuo en estado etílico no traía consigo la cartera, identificación, dinero ni celular, cuando los amigos se los habían quitado y no avisaron a la familia, de esta manera se enfrentaron a recibir una serie de amenazas, groserías, gritos por la falta de los objetos mencionados entre otras cosas. Otro caso que mencionaron recayó en esas personas que se sienten “multimillonarias” por ganar 15 o 20 mil pesos que les encanta aparentar

un estatus, pero que son majaderos y disfrutan de humillar a las personas que ofrecen el servicio; también las personas que desconocen los otros servicios que ofrece la plataforma y por ahorrarse dinero recorren toda la ciudad y se quejan del viaje infinito; el estar sujetos al Waze-, que en lo personal se me hace una pesadilla para quienes sí conocemos la ciudad y un taxista siempre tendrá 4 mejores opciones y hasta más fluidas; o que el pasaje quiere cambiar de ruta o añadir ruta después de finalizado su recorrido con la amenaza de calificarlo mal “¡Todo son calificaciones!” y de eso depende su estancia, además de los pagos que deben realizar a la plataforma. Después de los casos contados, que seguro no son secreto para nadie, resumo su sentir: “Como taxista no hubiera permitido ni una falta de respeto de las que tuve que soportar como operador de la plataforma. Yo soy feliz y me siento muy orgulloso de ser TAXISTA”. Compartan sus experiencias en nuestras redes sociales como @Preventiva50.