La desconfianza tecnológica

No se puede exigir la modernización de los taxistas, si no se les capacita sobre el uso y riesgos de los teléfonos inteligentes. No pueden exigir que tras 14 horas detrás del volante, cero convivencia con la familia, y muchas veces sin comer y descansar, pidamos que aprendan a utilizar las aplicaciones. Lamentablemente los hijos o los nietos no les tenemos la paciencia para explicar una y otra vez cómo se utiliza, o cómo subir una imagen o cómo encontrar su servicio para recoger al pasajero. Tampoco podemos pedirles que lo adquieran si antes no se les garantiza que no serán asaltados y que sus datos se mantendrán protegidos con cada aplicación.

Y hoy sí abordo el tema de la seguridad en las redes sociales, en concreto de Facebook, donde cinco de mis amistades cercanas, en menos de 15 días les han sido hackeadas sus cuentas solicitando dinero o recibir algún paquete, para ello, solicitan el número celular o el INE (¡No lo compartan! ¡Bloqueen inmediatamente la cuenta de su amigo!), el problema es que a veces es desde la misma cuenta del amigo o conocido, o una clonación idéntica.

Entre que entras en pánico y la confusión, lo primero sería llamar a la policía cibernética quien a su vez te solicita que levantes un acta ante el Ministerio Público Virtual -obvio, todo en línea-, para que al final te salgan con que no procede y debas sacar un nuevo INE (una actualización), donde te dicen que no le muestres tu credencial a nadie para que no caigas en fraudes como en las aplicaciones relacionadas a préstamos de dinero; después de todo eso, te envían a investigar al buró de crédito para averiguar si no pidieron dinero en tu nombre, además, únicamente la primera consulta es gratuita. Menciono todo este proceso porque ya lo viví, y me pongo en los zapatos de todos aquellos que no están familiarizados con las aplicaciones que pueden ser envueltos en todas estas artimañas sin darse cuenta por desconocimiento en el tema. Entonces, si quieren que utilicen los celulares, deberán de darse las condiciones para que aprendan a usarlos y detecten cuando haya algo adverso. ¿Alguien más ha pasado por esto?

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Rosaura Cervantes Conde

Directora General