UBER LIBRE

Han sido varias ocasiones que veo autos de modelo no reciente que traen en el parabrisas una o dos cartulinas de 20x40 centímetros aproximadamente, cada una cortada con simples tijeras y las letras hechas con plumón, a mano, sin mayor esfuerzo, pero eso sí, con la leyenda “UBER” y “LIBRE”.

Autos que pululan en las cercanías a las clínicas del IMSS 8 y IMSS 18, posiblemente estén en otras partes, pero aquí me consta... Me aterra la facilidad con la que abordan personas de la tercera edad y foráneos estas unidades que simplemente aparecen sin haber sido solicitadas a través de la aplicación. Confían solo porque en el letrero color crema o naranja fosforescente dice Uber, palabra que seguramente escucharon a alguien en casa o de algún conocido nombrar este servicio particular, pero que desconocen la forma en que debe solicitarse y es, sí o sí, a través de una app…

¿Qué aterra? No sabemos quién está detrás del volante, no sabemos si son personas de ‘bien’ o no, y al no estar empadronadas, están actuando por la libre, y esto es un riesgo enorme, latente y que puede crecer de forma exponencial, esto ya se ha vivido en el pasado con los taxis piratas, ahora qué podemos esperar de los UBER pirata, qué acciones tomará la propia plataforma para controlar este creciente cáncer, qué hará la autoridad… Y es que, con esta facilidad con la que abordan, de facilitar la dirección particular, se puede prestar para cometer muchas fechorías, y los cobros excesivos serán los menores, nada comparable con asaltos, violaciones y hasta homicidios.

Por ello es tan importante la cromática, el tarjetón, la placa --porque a veces ni placa traen--, y por supuesto, estar dentro de un padrón… Digamos Sí al Taxi Seguro.

Rosaura Cervantes Conde

Directora General