Entrevista a Roberto Vargas, Ruta 50

La electromovilidad beneficia al operador

Roberto Vargas Hernández representante legal de Ruta 50, nos comenta, “yo no veía muy bien a los operadores ni al transporte general, y cosas del destino, cuando tenía 25 años estaba empezando un negocio de construcción en un local rentado, y la esposa de quien me rentaba se enferma y ya no puede subir escalones por lo que tienen que construir la planta baja. Me dice que tiene un micro con placas de Ruta 50, ´si lo quieres, piénsalo te doy una semana´, yo lo consulto con mi esposa y ella me dice que cualquier trabajo es digno, además que de algo debemos de vivir.”

Era 1982, pero el microbús lo tenía muy descuidado, había estado arrumbado como por 6 meses y lo primero que hice fue llevarlo al taller donde estuvo una semana, durante ese tiempo fui a sacar licencia y presentarme en la ruta.

Ya había dejado la universidad, estaba estudiando filosofía y letras, por lo que me costó trabajo adaptarme, tardé como 6 meses, pero después le agarré gusto y vi lo noble de esta actividad.

Es muy pesado manejar, estar pendiente de los demás coches, baches, el calor del motor, cobrar, pendiente de que alguien te haga parada y de la persona que se le fue la bajada o que quiere que la bajes frente a su casa.

El derrotero que me tocó fue Mixquic-General Anaya, que es muy largo, de 90 km ida y vuelta, cruzamos 5 alcaldías y sigue siendo muy buen derrotero a pesar de la tarifa y el alza de combustible. Ahí le dimos 18 años.

Extraño al volante, le agarré amor, cariño, hay una satisfacción especial de servidor público, conoces mucha gente, convives con mucha gente, es algo que no se puede explicar pero lo sabes con verles la expresión en su cara, las facciones de la frustración, de alegría, de alivio. Hay muchas cargas negativas en el transporte.

Autobús eléctrico

En septiembre de 2019, hicimos una prueba con un autobús y una camioneta eléctricos, ya se ha dicho mucho de lo que aporta al medio ambiente, pero sí quisiera destacar que para el operador es una gran diferencia manejar un autobús de Diesel, sufres un gran calor en los pies y las piernas, y el ruido del motor lo sigues escuchando hasta una hora después de que te bajas, nada que ver con el transporte eléctrico que es muy silencioso y mucho más fácil de maniobrar.

Las unidades eran chinas, las recargábamos en Transportes Eléctricos, estuvieron operando en diferentes derroteros y tuvieron una gran aceptación entre los usuarios y el operador menos estresado.

Un punto importante es el consumo de electricidad, cuando hicimos la prueba nos dijeron que nuestro lugar de encierro necesitaba la misma energía que todo el pueblo de Mixquic.

La Modernización

Urge una modernización del transporte, pero no hay las condiciones idóneas económicas, ya que nosotros hemos subsidiado la tarifa, también nos faltan políticas de gobierno que permitan dar esa transformación.

La modernización debe contemplar:

a) Migrar a la electromovilidad;

b) Adecuar la infraestructura para las personas de movilidad limitada, por ejemplo rampas y accesos, y

c) Geolocalización de las unidades, para ver cuánto tiempo tarda en llegar tu unidad.

Pero esto no puede darse en el esquema hombre-camión, lo primero es transformarse en una sociedad mercantil y contar con el apoyo financiero, porque las unidades no son baratas, todo suma.

Por ejemplo, en tiempos de lluvia le batallamos, a las unidades actuales se les llega a meter agua adentro en la zona entre las Bombas y Calzada del Hueso, los únicos que pasan son los autobuses que traemos, y si metemos unidades de cama baja van a estar nadado los usuarios, es el tema de infraestructura que hablamos.

Nosotros estamos levantando la mano para ser considerados en el programa de modernización de microbuses que acaba de publicarse. En el ramal de Mixquic todavía tenemos 40 microbuses que queremos que sean contemplados.

Operadores

Existe falta de operadores a nivel mundial, y la verdad no hay profesionalización en la CDMX, no los vamos a cambiar de la noche a la mañana. Yo trato de concientizarlos de la importancia de su trabajo, de la responsabilidad tan grande que es el transportar vidas, además que es un servicio de primera necesidad. 

Actualmente la mayoría de los que manejan son nuevas generaciones en un 70% y tienen edades entre los 25 y 35 años, esto comenzó un poquito antes de la pandemia. Por ello, después de la prueba, entramos en contacto con CECATI para que hicieran una carrera técnica para operadores.

Pero por la pandemia todo esto se vino abajo, pero si estamos constantemente tratando de capacitarlos, por ejemplo la platica que tuvieron con los de la SSC. El tema de seguridad al cierre de año fue muy positivo, desde el 15 de diciembre hasta lo que va de febrero llevamos 4 incidentes, y años anteriores eran tres asaltos por semana. Éramos la ruta del terror, la capacitación ya nos ha dado más tranquilidad, estas capacitaciones deberían impartirlas en la periferia.

Me considero un activista del transporte, yo he tratado de llevarme bien con autoridad porque creo que es importante no pelearte con quién te va ayudar, no soy de cierres ni manifestaciones que solo perjudican al usuario y normalmente no resuelven nada. Alguna vez me dijo un director, si la puerta está abierta, no la patees.

La pandemia

A la Ruta 50 si nos pegó muy fuerte teníamos ramales de 127 unidades con roles donde solo operaban 20 por día, para que los compañeros pudieran llevarse algo. Ahorita ya se encuentran operando al 80% de unidades y ya muy cercano del 100% de usuarios.

El usuario

Queremos implementar un servicio rosa en algunos de nuestros ramales, las mujeres utilizan más nuestros servicios en lo que se denomina movilidad de acompañamiento.

“Nunca quedamos bien, lo que quieren es un buen servicio,  un buen trato, la unidad limpia y llegar rápido a su destino, que yo creo que es lo que queremos todos como usuarios, pero en muchas unidades ya no están en condiciones para prestar así el servicio por falta de un mantenimiento adecuado; la tarifa es el secreto y el remedio de muchos males”, concluyó.