El acoso sexual, una historia de vida… o muerte

El acoso sexual es un tema que sí lo he vivido y no como espectadora. En los 90 no era un término que usáramos, puedo asegurar que no lo empleábamos por desconocimiento de que existieran un par de palabras que englobaran aquello que nos incomodaba, aquello que nos hacía sentir mal, que nos pegaba anímicamente, porque no se podía hablar tan fácil del tema, y no he de olvidar una frase machista que también nos frenaba: “El hombre llega hasta donde la mujer quiere”, por lo que la mejor opción era callar, callar y callar y en muchas ocasiones ese silencio literalmente mataba en vida y también en muerte.

Impotencia, frustración, suicidio, todo eso podía pasar por nuestras cabezas, y es que, para el acosador sexual, no importa cómo vistamos, cómo hablemos, cómo caminemos -por mencionar un par de ejemplos- simplemente no tienen límites…

Había piropos bonitos, pero no eran los que aplicaban, más bien, pronunciaban frases demasiado gráficas, vulgares, grotescas. He escuchado y leído infinidad de comentarios como “¿Por qué no decías ¡NO!?”, “¿Por qué no lo hablaste?”

Muchas veces los NO tristemente son ignorados…  Hasta por bebidas con “algo” he pasado y la gente no hizo nada. Pero esas historias las conocemos por la hermana, la conocida o la prima de una amiga, pero saben qué pasa en la mente y cuerpo de quienes hemos pasado por ahí… Una depresión que puede ser para toda la vida si no se trata; reacciones en la piel como ronchas momentáneas; llegar a la regadera y tallarse y tallarse para “quitarse lo sucio”, desconexión con su propio cuerpo; ganas de llorar; autoestima dañada; pesadillas, intentos de suicidio y hasta suicidios consumados…

Sobrevivir a esto no es sencillo, es una lucha que hay que vencer cada instante, por meses, por años, con esto defino qué es morir en vida. Por ello aplaudo hoy que los transportistas se estén involucrando, y que hayan acudido al Primer Foro de Sensibilización y Capacitación con perspectiva de género, que tengan el conocimiento sobre cómo actuar y cómo brindar apoyo; aplaudo que se sumen a la solución, sabemos que no es una tarea sencilla, pero sin duda es un gran avance.

Gracias SEMOVI, SSC, IPN, Transportistas por el regalo en vida que nos están brindando.


Rosaura Cervantes Conde

Directora General