Para entender el cambio, hay que leer los cambios.

Por: Alejandro Luna 

Coordinador Institucional y Vocero Oficial.

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2ª parte.

La pandemia del COVID-19 nos llevó al extremo de perder en el pico máximo de resguardo en casa un 80% de la demanda comparada al mes de diciembre de 2019; a diciembre de 2021 solo se había recuperado el 65% y en el mejor de los casos un 70% pero estos fueron los mas mínimos. Pero el gran problema es que los cálculos que tenemos son que lo máximo que podremos recuperar será el 80%, es decir, se va a perder un 20% de la demanda de manera definitiva. 

TARIFA El tema de la tarifa siempre ha sido motivos de discusión, descalificación y satanización, pero hoy más que nunca se deben analizar, conciliar y acordar nuevas formas de sostenibilidad del negocio. Uno de los temas que se debe entender y reconocer es que cada año se pierde un 5% de rentabilidad del negocio, por lo tanto, si se continua con los ciclos de cada cinco años se incremente la tarifa, al momento de sentarse a “negociar”, el transportista ya tiene mínimo un 25% de pérdida, más inflación, paridad del pesodólar, etc…, por lo tanto, si tomamos en cuenta que en los últimos veinticinco años de manera sistemática así ha sucedido, podemos respondernos muchas preguntas. 

Como se verá hay muchas cosas por hacer tanto autoridad, transportistas y la parte financiera. 

En Movilidad de Vanguardia (MOVA), consideramos se debe construir una Ley Tarifaria en donde se consideren todos los modos transporte y se le quite al gobierno en turno la facultad de ser quien puede decidir el incremento de las tarifas del transporte concesionado, ya que siempre se anteponen los costos políticos que aunque no se quiera asumir va en perjuicio de los usuarios por su seguridad en la movilidad y por el envejecimiento de la flota vehicular.

Podría constituirse un Instituto u otro organismo para este efecto, en donde quizás se considere contemplar subsidios en lugar de tarifa, o paralelos a la tarifa, y que se rompa la creencia de que al otorgar subsidio a la tarifa es un apoyo al transportista, ¡¡no!!, es en apoyo al usuario, para que no pague el costo real de la movilidad. 

Por otro lado, es importante reconocer que la Jefa de Gobierno de la CDMX ha implementado un bono de chatarrización para incentivar la transformación y modernización del transporte concesionado, para algunos no es suficiente y consideran que no resuelve el problema de fondo, para otros se ve como un momento de oportunidad, ni unos son malos ni otros buenos, solo es la percepción de que en momentos críticos los incentivos económicos se vuelven un nicho de oportunidades. 

Ahora bien, es momento de preguntarnos qué requiere la ciudad en su contexto de movilidad, qué requieren los usuarios, qué nos reclama el medio ambiente por el calentamiento global; discusiones habrán muchas, consideraciones también, lo importante es que haya plena conciencia del momento critico que vive el transporte concesionado, y cómo se puede lograr una defensa de su negocio. 

Como siempre no todo es negro ni todo es blanco, eso depende como cada uno lo quiera ver, lo que sí podemos asimilar es que en una transformación no sólo es cambiar la flotilla vehicular, sino que nos da la oportunidad de profesionalizar al operador, otorgarle certeza laboral, dotarlo de derechos sociales, cambiarle la identidad ante la sociedad. 

De igual manera al cambiar la implementación de la operación se termina la guerra del centavo, volviendo más eficiente el servicio colocando en el centro de nuestro objetivo al usuario. 

Al reducir la flotilla vehicular se recupera el espacio público, se mejora el entorno urbano y se democratiza el derecho a la movilidad. La ciudad nos lo reclama y las próximas generaciones nos lo agradecerán, entre mejor convivamos más solidarios seremos todos.