Mujeres al volante
Gabriela de la Torre, WRI:
¿Quiénes son las personas que han estado tomando las decisiones del transporte público en nuestras ciudades? Es una segregación ocupacional, donde la mayoría de los hombres ocupan las posiciones directivas y las mujeres actividades administrativas
¿Quiénes son las personas usuarias del transporte público? En contraste, las personas usuarias de transporte público en su mayoría somos mujeres, lo que hace un sesgo al planificar nuestras ciudades.
Se tiene todo una serie de prejuicios y estereotipos que existen ya en el mercado laboral, que son una barrera de acceso de la demanda, a pesar de existir una oferta de mujeres que están capacitadas, que son profesionales y que pueden ocupar esos puestos, existe un sesgo en quienes deciden.
La brecha salarial, las mujeres cobran un 20% menos en todo el mundo, donde faltan criterios para la homologación salarial, para que recibamos hombres y mujeres la misma cantidad.
Influye mucho el uso del tiempo el tema de las labores, y las tareas de trabajo no remunerado que está asociado a las tareas de cuidado, limita a las mujeres poder tomar trabajos de jornada completa y que por ello en su mayoría están predeterminadas a trabajos de medio turno, lo cual llega a impactar en su acceso y permanencia en el mercado laboral.
El número de mujeres disminuye a medida que se asciende en el escalafón corporativo.
La fuga de talento de mujeres se da por maternidad y por trabajo no remunerado, ya que siguen destinando 43 horas semanales en promedio a tareas del hogar y de cuidado, en una total asimetría.
El mercado laboral no está adaptado a las necesidades de la vida familiar, que es una de las principales barreras, esto impacta en prestaciones, temas de protección social, seguros médicos, pensión, que tiene un impacto en la calidad de vida de las mujeres y las precariza mucho más.
¿Quiénes y cuándo toman las decisiones? Se toman en la noche, entre hombres, con alcohol y fuera de los espacios laborales,
¿Quiénes son las personas que quedan fuera de esos espacios? en su mayoría las mujeres, ¿por qué? porque tienen una carga de trabajo de cuidado y de vida familiar que los hombres en su mayoría no tienen.
Esta segregación atenta y limita el crecimiento y con desigualdad económica, la baja representación de mujeres en los espacios de decisión pero también en la conformación de los equipos que forman parte de las decisiones, también repercute mucho en el tema económico. Y eso también es importante verlo como una visión a nivel estado y a nivel estratégico.
Menos del 15% de la fuerza laboral en el transporte son mujeres. En América Latina concentra el 8.1% de la población económicamente activa masculina, y solo el 1% de la femenina.
Principales desafíos que enfrentan las mujeres en toda la cadena de valor del sector, es que no hay políticas ni condiciones para la conciliación de la vida profesional y personal: las jornadas, los horarios de trabajo, las dinámicas de trabajo y la posibilidad de poder conciliar estas labores de cuidado. Se tienen que redistribuir para que los hombres también se hagan de las labores de cuidado.
Dificultad para acceder a cursos de profesionalización y capacitaciones especializadas -estamos hablando de una carrera profesional dentro del mercado laboral- y creo que ahí hay un área de oportunidad muy grande de parte del sector educativo, y también de los gobiernos para poder impulsar una política educativa y laboral que pueda reducir las asimetrías en los oficios que tradicionalmente han sido masculinos.
Otro de los desafíos y estereotipos de género, tanto en los procesos de reclutamiento como en la toma de decisiones y también lo hace un ambiente laboral bastante hostil, donde no solo se presentan situaciones de acoso laboral sino situaciones de violencia sexual, principalmente contra las mujeres. No solo en dependencias de gobierno sino también en las empresas de transporte,
No existe infraestructura que sea responsiva a las necesidades de las mujeres en todos los niveles desde lo que tiene que ver con salas de lactancia, lo que tiene que ver en el caso de las mujeres conductoras, por ejemplo, el acceso a baños o áreas de limpieza en las que puedan ellas cumplir y satisfacer sus necesidades, así como también para las usuarias.
Esto impacta en la cadena de valor de cómo se está planeando, operando y proveyendo el servicio público en la ciudad.
Nivel Organizacional: Esta baja representación de las mujeres genera ambientes hostiles con actitudes relacionadas con sesgos de género, estereotipos de género sobre las capacidades y las habilidades de las mujeres, en un ambiente de trabajo discriminatorio.
Nivel Planeación: Sucede que no se recolecta información, no se cuenta con datos sobre las necesidades de las mujeres y otros grupos poblacionales, solo existe información asociada a los patrones de movilidad de los hombres, y las encuestas origen-destino son un reflejo. Si queremos hacer estrategias, acciones o políticas relacionadas con la movilidad del cuidado, la prevención de la violencia contra las mujeres o entender cómo se están moviendo las mujeres en nuestras ciudades, pues estamos teniendo un vacío de información que es bastante importante y que precisamente las personas que están detrás la toma de decisiones en la planeación no están considerando este tipo de aspectos y criterios técnicos al momento de caracterizar y poder planificar los sistemas y los servicios de transporte público.
Nivel Operativo El diseño pues está basado en criterios de la vida productiva vinculada a esta visión muy masculinizada de los viajes pendulares, los servicios y la frecuencia están mas enfocadas en las horas pico, que a las frecuencias de horas valle que son mas enfocadas a las labores de cuidado y los viajes que hacen las mujeres, donde los niveles de frecuencia son mucho más bajo, cuando se piensa que la mayoría de los usuarios están a la hora pico, pero a las horas valle existe también un grupo de personas que tienen necesidades y también se tienen que cubrir, poder mejorar el tema de la frecuencia, poder reducir la pobreza de tiempo que principalmente afecta a las mujeres o a las personas cuidadoras, y pues también el tipo de infraestructura, equipamientos en el transporte público, como se están proyectando los accesos, los paraderos, la tipología de vehículos.
¿Cuáles son las claves para la inclusión de las mujeres en el sector transporte? Una de las más importantes son las políticas de conciliación de la vida familiar y laboral; las políticas de homologación salarial de parte de las empresas de transporte o también en las dependencias de gobierno en las áreas de transporte. Las acciones afirmativas para el acceso a las oportunidades laborales a lo largo de toda la cadena de valor del transporte, en la parte educativa, en el tema de la profesionalización. Se han presentado efectos importantes en el mercado laboral como las “mujeres conductoras”.
Las acciones afirmativas que pudieran implementarse en programas de educación formación y desarrollo de habilidades técnicas en oficios tradicionalmente masculinos, para que las mujeres empecemos a adquirir experiencia profesional en el sector: mecánicas, operadoras, personas que se dedican al mantenimiento o al ensamblaje de los vehículos.
Es que es bien importante visibilizar a las mujeres en posiciones de liderazgo, esta visibilidad que pueden cambiar la percepción de otras mujeres respecto a sí misma, sí creo que eso también puede cambiar el entorno hacia la visión estereotipada que puede existir de las mujeres en estos sectores altamente masculinizados
Las redes y las alianzas con otras mujeres es importante, no solo en un tema de acompañamiento en la toma de decisiones, sino también para la formación técnica y profesional, que nos puedan permitir implementarlas.
La conformación de las redes de mujeres profesionales en el transporte importan y dicen mucho, aprendemos entre todas y creo que todas ustedes que están ahorita en posiciones directivas, sí tienen una oportunidad muy poderosa de poder incidir en el sector transporte.
Continúa siguiente edición.