Licencia Permanente
Es cierto que todos los que debemos realizar algún trámite ante gobierno lo pensamos dos o tres veces y muchas veces preferimos pagar para que un tercero o coyote lo haga. En las diversas oficinas donde he prestado mis servicios y hasta los propios, creo que ‘rezo a todos los santos’ para que no tenga que dar tres o cuatro vueltas, el formarme y esperar en el mejor de los casos hasta 4 horas.
En el caso de la licencia permanente sí entro en conflicto, y pondré un ejemplo personal, tanto mi madre como yo, tenemos la licencia permanente de la primera vez que se emitió, hoy mi madre tiene 81 años, y tiene de no conducir más de 20, la ciudad está muy cambiada, ya no le tocó conducir con carriles confinados para el Metrobús ni para bicicletas, y pongo este ejemplo, porque al final es una licencia para conducir permanente… Siguiendo con este ejemplo, si bien la llevo a sus controles de salud ante el IMSS cada mes, si ella decidiera regresar a conducir, puede hacerlo, porque tiene una licencia permanente, pero esto no me garantiza que sus reflejos sean los idóneos, o si su audición sea la correcta, o si su visión periférica aún esté en óptimas condiciones…
Siguiendo con esto podemos ir a ejemplos de personas más jóvenes, durante el COVID a muchos se les modificó la graduación, a otros se les subió la presión alta temporalmente, a dónde voy con esto… Sé que la finalidad es reducir los trámites administrativos y eliminar la corrupción, pero creo que a la hora de conducir, debemos todos estar en los mismos estándares que los conductores del transporte público de pasajeros, revisión de salud y toxicológica cada tres años -con una cuota simbólica para su actualización de la licencia-, además del examen sobre el reglamento, esto en conjunto definitivamente contribuirá a reducir los accidentes y decesos automovilísticos.
Esperamos sus comentarios en @Preventiva50.
Rosaura Cervantes Conde
Directora General