Yo era comerciante y las presiones económicas me obligaron a buscar otras fuentes de ingreso, entonces me enteré de Uber. La primera semana no me fue muy bien pero la segunda dije, aquí hay dinero y eso que no tenía coche propio.

Era 2014 y solo existía la aplicación de Uber, que estaba llegando a México, su publicidad aparecía en todos lados. Para poder entrar necesitabas llegar como referido -que alguien te recomendara- tenías que ir presentable, entregabas tus documentos, una persona te hacía una entrevista y de ahí a tu prueba toxicológica. Era un servicio profesional.

Una vez aprobado, te daban tu número de cuenta y ya te ponías a trabajar. Yo comencé en un Ford Fiesta, en esa época la demanda era mucha, no te dabas abasto.  Como ya era un éxito en Estados Unidos toda la gente quería utilizarlo, no les molestaba pagar más por el estatus, y el que fuera por aplicación le daba un sentido de novedad.

Yo trabajaba de 8 de la mañana a las 6 de la tarde y mi compañero de las 8 de la noche a 6 de la mañana.

El tiempo que paraba era para darle limpieza y cargar combustible, porque en ese tiempo para hacerlos más rentables y poder atender lo más posible la demanda, los autos trabajaban las 24 horas, por comisión –no por cuenta-, y Uber te proporcionaba un iPhone con Plan de Iusacell.

La demanda de usuarios nunca la pudimos cumplir, nunca se ha cubierto. Aún sin importar que hubiera tarifa dinámica, y eso que entonces había de 8, pero era esa tarifa dinámica la que motivaba a la mayoría de los operadores ir a ciertos lugares, -aunque pudiéramos cancelar sin ninguna penalización-. Por eso Uber no acostumbra decir que para allá no va.

La pantalla siempre estaba amarilla, luego cuando había mucha demanda era naranja, pero cuando llegaba a roja decíamos que: la Ciudad ardía.

La luna de miel con Uber duró de 2014 hasta 2018 que fue cuando Mancera nos autorizó operar, fue un momento en donde entraron muchas más unidades y operadores, -bajó el nivel de vehículos- y  aunque seguía siendo negocio, sí se resintió una baja en los ingresos,

Todavía estuve tres años más, no puedo decir que me fue mal, compré dos coches, fui operador de todas las modalidades de Uber, pero dije ¡¡hasta aquí!! en 2021.

SEMOVI y las comisiones excesivas hicieron que todo se fuera al carajo. Aparte te bloquean y reportan los usuarios hasta por respirar, y ya evitan la tarifa dinámica. Para rematar me robaron el auto, afortunadamente lo pude recuperar.

Me tocó ver desde que Easy taxi absorbió a Yaxi, luego Cabify absorbió a Easy taxi, Uber era líder, después apreció Didi, posteriormente Beat y más apps.

Los tiempos cambiaron y ahora veo cómo poco a poco se están extinguiendo y asfixiando a los operadores -sean dueños o choferes- nada más con las comisiones y retenciones de impuestos.

Yo estaba registrado en 4 apps y luego surgió la alternativa de paquetería para Amazon, Mercado Libre y similares.

Muchos de los "socios" ya nos hartamos de los abusos, nos estamos saliendo.

Aunque yo soy de aplicación, normalmente uso taxi, y la verdad comencé a ver el último año un cambio, los operadores más presentados, las unidades en mejor estado.