Hace un par de horas asistí a un recital con la soprano mexicana Cristina Ortega el cual se realizó en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, el evento estuvo organizado por Francisco Villa y la Fundación Por ti Mujer, la cual homenajeó a esta maravillosa intérprete por sus 60 años de trayectoria. 

Esta visita al Museo Nacional de Historia fue distinta, hoy me enfrenté a la realidad como tantas personas que deben usar silla de ruedas o andadera y/o que llevan a un adulto mayor con problemas de movilidad como muchos de los que acudieron a la presentación. 

Antes de subir al elevador al final del túnel, había un letrero que decía “Bienvenidos a un museo accesible”, y hoy hago una atenta invitación a su director, al Profesor Salvador Rueda Smithers y transite por todos estos espacios con una persona con silla de ruedas… Una silla de ruedas no entra en ese elevador, yo no pude entrar con una andadera y tuve que doblarla, al salir, con qué nos topamos, una puerta cerrada y con un poste con cinta obstruyendo, seguimos sobre el camino y varias de las rampas están separadas de la “banquetita” de los pasillos y si la silla de ruedas lleva llantas pequeñas, éstas se atoran, por lo que la persona debe pararse para salir de la separación… Subir al Alcázar, se tuvo que acceder por las escaleras, porque según nos comentaron, el elevador desde hace mucho está descompuesto… 

Hay que recordar que el MNH es, desde mi punto de vista, el más importante, al ser el único castillo de Latinoamérica, es un lugar donde se vivieron acontecimientos que marcaron nuestra historia y es uno de los lugares turísticos por excelencia, y esto preocupa, que detalles como los mencionados no estén contemplados, y por si esto no fuera suficiente, el criterio de las personas que autorizan quién sí sube y quién no por el elevador, definitivamente requiere de un trabajo de sensibilización, el turismo es muy importante y éste se incrementará para el Mundial de Futbol 2026.

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