El tema de los seguros pareciera tener mayor peso entre quienes no quieren ser responsables, a los que sí.

¡¿Implica dinero?! ¡Sí!

¡¿Implica someterse a ciertas reglas?! ¡También!

Parece increíble que solo 19 estados de la República Mexicana contemplen a todos los vehículos y todavía “se piense” en convencer al resto… El país es uno, así como cada vida. Todos conocemos al ‘amigo’, al ‘vecino’ que cada 8 días invierte en su ‘vicio’ -llámese alcohol, cigarros- más de 300 pesos o que se va de ‘vida social’ y presume ‘conducir mejor’; también conocemos al que se le hizo fácil no revisar el aceite para frenos o el que se pasó el semáforo en alto disque por ganar 5 segundos; tenemos al que por exceso de cansancio se va durmiendo con tal de cumplir, o el que va hablando por celular; y por fortuna, no tan frecuente, al que se ha infartado conduciendo.

Y ¿la licencia? ¿el seguro? Simplemente no están dentro de sus prioridades… ¿Hay alguien que se escape de tener algún conocido que haya perdido a un familiar por algún conductor imprudente? Yo conozco varios, y hoy la hija adolescente de mi amigo Rafa Criollo ya no está; hoy mi amiga Yolanda Saldaña tras siete meses de estar en terapia intensiva, se le desarrolló el síndrome de Guillain-Barré, al salir del hospital, el auto en el que iba, resultó pérdida total por un imprudente; mi amigo, el gran Dr. Fierro desde hace muchos años, noche tras noche se une a los paramédicos para auxiliar en accidentes viales…  

Y como bien se destacó durante el Conversatorio “Seguro de responsabilidad civil obligatorio y su contribución a la seguridad vial,” realizado en el Senado de la República, lo que se persigue es <reducir el riesgo>, y hoy que se está alentando el uso de la bicicleta, también considero importante incluir a los usuarios dentro de un sistema nacional de licencias y también el exigir un seguro de responsabilidad civil, porque el hecho que circulen por vías peatonales o en sentido contrario a la circulación, no los hace ajenos a los accidentes que puedan provocar o del que puedan ser víctimas. La vida es un regalo y hay que protegerla.