Yo vivo en una colonia en la que hasta hace dos sexenios consideraba era muy tranquila. Prácticamente no había tránsito y los vecinos conservaban sus autos en su cochera, el tiempo ha pasado y la aparición de corporativos ha propiciado que esas calles ya no sean tranquilas y estacionarse momentáneamente fuera de nuestras casas se ha vuelto un gran problema y comparto todo este contexto porque hay una calle con una  pendiente pronunciada en la que podrían transitar perfectamente dos vehículos al mismo tiempo, pero qué creen, la hemos convertido en tres carriles -uno de ellos con autos estacionados-, y banquetas que nadie utiliza por altas, estrechas, con muchas irregularidades -entradas muy inclinadas, árboles y postes de diversos servicios-- que impiden el libre tránsito para los peatones, pues este miércoles, vi a uno de mis vecinos, una persona mayor en silla de ruedas esquivando los autos que circulaban, sorteando la subida, los baches, los topes de los más altos que hay en la alcaldía, además de los vehículos estacionados. Como peatón cuesta trabajo cruzar esa  intersección, en el caso de este vecino, la dificultad es tres veces mayor…Para mí, el ser inclusivo no radica en una vocal, recae en la empatía, en la solidaridad y en las acciones en la que todos participemos… Y esta es una fracción en México que seguramente se replica en otras ciudades. Esperemos que en los próximos reglamentos no se permita dejar el auto en la calle, y que el diseño y altura de las banquetas sea la correcta para que cumplan su función.

Antes de despedirnos, felicitamos a la Maestra Martha Ávila quien presidirá la Mesa Directiva durante este primer año de ejercicio de la III Legislatura del Congreso Capitalino, así como al alcalde por Iztacalco, Armando Quintero por su tercer informe. Esperamos sus comentarios en @Preventiva50