“Ay señorita,

 ¿por qué se detuvo?”

Hay dos tipos de conductores, los que asumen su responsabilidad porque conocen el reglamento y los que le echan la culpa a los demás, y este fue el caso del escolta que venía conduciendo la Suburban blindada que se impactó en la parte trasera de mi camioneta.

En Preventiva hemos insistido que conducir es un arma que puede cobrar una vida, también hemos cuestionado por qué se tiene primero que pagar por una licencia antes de tomar un curso de manejo -que demuestre que tiene los conocimientos, la pericia y la madurez mental- para poder conducir.

«Si nomás fue un golpe» ¡No! ¡No es un golpe! Conmigo venía una persona de la 3ª edad con osteopenia y hoy trae collarín y dolores. Las otras personas que iban en la Suburban claro que pudieron continuar con sus actividades, los escoltas también se fueron a la hora y nosotras, las afectadas, nos quedamos dos horas, que se tradujeron en más, porque tuvimos que disponer de nuestro tiempo para ir con el valuador, y posterior con el ortopedista -y debemos regresar en una semana-, además del tiempo que deba estar mi vehículo en el taller…

A esto hay que sumar gasolina, tiempo laboral, buscar personal para que me asista durante los 8 días que debo estar en reposo absoluto, y todo por un “Ay señorita, ¿por qué se detuvo?” ¡No me detuve! Yo venía a una velocidad moderada porque recién me incorporaba de Av. Cobalto a Av. Unión, y a 20 metros había un taxi que estaba dando la vuelta en “U”. Aquí también se hace un llamado de atención a las autoridades de la Alcaldía de Tlalpan por quitar el tope que existía en esta zona. Recordemos que conservar la distancia es un acto de inteligencia.

Antes de despedirnos felicitamos a nuestra Jefa de Gobierno electa, Clara Brugada, con motivo de su cumpleaños; también a Miguel Ángel Cortés de la Ruta 37, Fernando Páez de WRI y a nuestros amigos taxistas de Oaxaca por su día.  Esperamos sus comentarios en @PREVENTIVA50.

Rosaura Cervantes Conde

Directora General