Esta semana los capitalinos padecimos la lluvia y con ello las inundaciones. Muchos quejándose del gobierno por el servicio de limpia y qué pasa cuando vemos al que va frente a nosotros caminando y tira su basurita, o al vecino que saca sus desechos y los deja en la esquina –yo tengo varios-… ¿Acaso les llamamos la atención? 

Si lo llegamos a hacer, la respuesta más educada que he recibido es “Para eso pago mis impuestos”… Este tema lo sabemos de sobra, hoy desde la redacción de Preventiva, vamos a la siguiente reflexión, qué ocurre con los autos eléctricos y las inundaciones, porque dichos vehículos están diseñados para ciudades de primer mundo, es decir, sin baches, sin charcos, sin tantas pendientes, pero qué ocurre cuando circulan en una ciudad como la CDMX, los primeros comentarios que recibí al respecto, fueron de Ricardo R., ingeniero mecánico que indicaba que todo dependía de la profundidad a la que cayera el vehículo podría dañar directamente al chip, así como algunas piezas de manera permanente, y reemplazarlas es otra historia, primero porque no hay stock suficiente en México; segundo, el tiempo de espera puede ser mayor a mes y medio en el mejor de los casos; tercero, el alto costo de las refacciones y el punto cuarto sería, sí o sí llamar a la grúa. Investigando un poco más, posibles escenarios: 

Daños en el sistema eléctrico –en motor, controlador, batería-; cortocircuito que puede provocar un incendio o explosión; Daños en la batería, en concreto la de litio, si esta es expuesta a agua salada o sucia existe la posibilidad de causar un incendio. 

Los vehículos más modernos han avanzado bastante en sistemas de sellado, componentes resistentes al agua y sistemas de protección que, al detectar presencia de agua, pueden desactivar el vehículo y evitar daños. Quién comparte su experiencia con las lluvias a @Preventiva50. 

Y por favor, NO TIREMOS BASURA EN LA CALLE.